DIOS ME ENCONTRO

Creo que Dios me encontró, más bien que yo lo haya encontrado. Fue algo similar a observar a un niño caminando; se cae una y otra vez, pero es mejor no intentar ayudarlo hasta que llegue a darse cuenta de que no lo puede hacer solo - y extienda la mano. Yo estaba en una situación en la que no tenía a dónde dirigirme: era un punto de casi total desesperación. Entonces, y sólo entonces, actué honestamente, y con sencillez pedí a Dios que me ayudara. Vino a mí al instante, y pude sentir Su presencia, tal como lo hago en ese momento.

1 comentarios:

Salvadoreño dijo...


ojala´,siguieramos buscando a Dios con esa misma vehemencia que lo hicimos,para dejar de beber,pero muchos de nosotros solamente lo buscamos ,cuando la satizfaccion personal de nuestros instintos es amenazada,solo entonces lo buscamos pero sin adquirir ese compromiso que
debemos tener con el. seguimos viendo a DIOS a nuestros pies,en vez de estar a los pies de DIOS.



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