Nací en el grupo 3 de Mayo ubicado en la ciudad de Santa María del Oro, Durango, al norte del estado. Desarrollé la enfermedad del alcoholismo por un lapso de veinticinco años; durante los últimos doce años que tomé, cada vez bebía más hasta que llegó el día en que gastaba todo mi sueldo dándole de beber a quien se animara.

Los días de cruda, le pedía a Dios que me quitara este vicio, no sabía que era una enfermedad incurable y mortal. En una ocasión vi unos conocidos. Yo sabía que ellos también tenían problemas con el alcohol igual o más que yo, aunque con la diferencia de que ellos ya habían aceptado su problema y yo no. Los vi muy aseados, bien física y mentalmente, me extrañó verlos así. Me enteré de que estaban en Alcohólicos Anónimos. Pensé: “cuando me vea mal por el alcohol ya sé a dónde ir”, y en ese momento nació en mí el deseo de dejar de beber.

Seguí mi carrera de bebedor unos años más. Empecé a tener lagunas mentales más frecuentes y seguía pidiéndole a Dios que me quitara el alcohol. Pero llegó el momento en que otro borracho que ya tenía el programa me pasó el mensaje. El 27 de noviembre de 1991 detuve mi alcoholismo.

Ahora nazca quien nazca o muérase quien se muera, no bebo, gracias a mi Poder Superior. Sin reserva prudencial practico los doce pasos, las doce tradiciones y los doce conceptos para el servicio mundial.

En mi grupo he servido como cafetero, secretario, coordinador, tesorero y RSG del grupo Rompiendo Barreras del CERESO de Gómez Palacio. Actualmente milito en el grupo Hidalgo, de Gómez Palacio, bajo la guía de mi Poder Superior que me escuchó y que está siempre conmigo, porque yo también estoy con él haciendo su voluntad y no la mía.

Felipe M.