Hoy, muchos años después, he aprendido que mi familia son aquellos que hacen la voluntad de DIOS, y que mejor que una esposa que me ama, unos hijos maravillosos que cuando los miro no me canso de agradecerle a DIOS por habérmelos dado, y por supuesto mis compañeros del grupo "DOCE PASOS", esos grandes guerreros que han estado conmigo en los últimos tiempos, luchando cada día por ser mejores y por llevar una vida mas digna ante nuestro poder superior.
Los veo, los observo, los escucho y me siento muy orgulloso de ellos porque a pesar de ser tan diferentes, cada uno de ellos me demuestra la inmensa capacidad que tiene el alcohólico para superarse cada día y alcanzar otros "niveles de conciencia"que les permita ser mejores con sus semejantes.